Se me desgarra el
corazón
en sangrantes tiras,
cuando ya creía ser
carne muerta
sangra en cada
latido.
Se abren las
cicatrices,
otras nuevas heridas
se crean
con sales de celos…
y alcoholes de
miedos.
Los minutos, las
horas, no dejan huellas
pasan sobre las
heridas de puntillas
dejando solo una
sombra sobre los ojos,
sin testigo de tiempo
a su paso.
Son muescas
intemporales,
ocultas a los ojos,
solo en la piel dejan
su huella,
y quizá por ello
duelan más.
Lo que ya no debería
doler…
a la vista del mundo,
duele más… en lo
profundo del alma.
Reme Gras.
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