Agua helada
empapa mi piel y cala,
profundiza, alcanzando el hueso,
congelando el corazón.
Liquido que me envuelve,
y me devuelve a la realidad,
a la rotura de un sueño
quebrando mi frágil equilibrio.
Tal vez la vida deba ser eso,
soledad, silencio, mentira...
y mi mente escape
huyendo de aquello que congela el alma.
Tirito y despierto,
me hielo y me entrego...
al desveló que siempre me acompaña.
Porque al fin y al cabo soy...
carne y alma.
Reme Gras.
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