Siento tú
mirada, desde las cenizas,
tú abrazo en
esta tierra que me envuelve,
la
protección, que me das desde el cielo,
donde duermes tu largo sueño.
Siento ese,
tu brazo fuerte…
que me
sujeta con rigidez,
cuando mi cuerpo quiere escapar,
alejarse de
este mundo.
Tú, me
anclas con fiereza,
a ésta
tierra que no deseo ya,
porque dices,
que no es mí tiempo.
Y me acunas
y susurras, la canción del,
¡Yo te esperare toda la vida!
Pero la
vida, ya no es vida…
¡Sin ti!
Reme Gras
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