domingo, marzo 01, 2009
Baile de letras
Baile de letras
Una tropel de letras anda bailando en mi mente, ideas sueltas que saltan por salir de mis dedos y plasmarse en palabras ordenadas en frases coherentes, es como si nunca hubieras escrito nada, o si lo ya dicho perdiera sentido a cada minuto que va trascurriendo de lo ya escrito.
Hay miles de ideas que pugnan por salir, de la vida y suerte del mundo, de cómo día tras día van aclarándose ideas en mi cabeza... o quizá no se aclaran, tan solo son interrogantes que obtienen respuesta y que abren el paso a preguntas mayores.
Todo un mundo de ideas que se enredan en las pautas de educación recibida y que siempre están en contradicción con lo que el corazón y los sentidos intentan decirme a cada paso que camino.
Lo cierto, es que no comprendo que mueve el mundo... cuando pienso que lo mueve el amor, que solo desde el amor se comprenden comportamientos e ideas, estallan los sentidos enrededor y entiendo que quiza sea el egoismo lo que nos mueve a caminar. El egoísmo por tener, por destacar, por conseguir aquélla meta, por recibir aquel halago, no sé no termino de tenerlo claro.
Y vuelvo al ayer, a rebuscar en los cimientos de mi niñez, queriendo encontrar él por que, el cómo de este resultado de hoy, que me hace tan vulnerable ante cosas tan mínimas, tan atontas, él echo de que cualquier variable desequilibre mi estabilidad emocional, seria tan deseable el poder controlar mi estado anímico, saber que hacer cuando algo me afecta hasta el punto de hacerme perder mi norte.
La única certeza que obtengo es la de saberme vulnerable ante la caricia, ante cualquier tipo de mimo o atención, y por el contrario que cualquier desaire, o indiferencia me duele como herida en carne.
Ya tengo una base de partida... ahora seguiré explorando para encontrar como parapetarme ante estas situaciones, quizá sea algo artificial, pero seria tan deseable no tener que sentir dolor... a veces siquiera deseo sentir placer... es tanto el temor, que por momentos no desearía sentir nada.
Reme G.
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Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe contagiaste con tu baile de letras.Precioso poema.Aquí te dejo un eco de mis sombras y te invito a pasaar por mi blog.
ResponderEliminarECOS DE LAS SOMBRAS II
Tu rostro vaga, descubierto por la brisa que desaloja los cabellos
y traspasa la frente adultera en las noches de sed,
Vas sin el milagro del perdón,
desafiante en mi anhelo
de descubrirte por fin...
Desnuda frente a las mañanas
de los sueños.
Vas en un ritual diferente,
con hambre de sombras y misterios,
marcando en tus alas la inspiración poseída
de los demonios del alma.
Y mis abismos guardan la sed de los desiertos precoces
que se levantan en la orilla de mi pecho.
Sí, vengo de la tempestad,
sobre mi espalda han esculpido la esencia
de las penumbras, el miedo integro a perecer
frente a la puerta de los espíritus
sin cruzar un gesto de bienvenida.
Mis antepasados son otros,
los mismos que te visitan
cuando quieren de ti
tu carne en pedazos,
tu sangre en manantiales inagotables.
Yo te espero venciendo el miedo,
la duda incoherente que me aleja
en las tardes de los gritos,
espasmos salientes, encontrados
en los cuellos cebados y aliñados
de esencias naturales donde la piel
es un recuerdo inesperado,
un manjar insuficiente sorteando
tus antojos.
Llega, risueña en tu andar siniestro,
de intimidades encendidas
tengo un camino transitado sin tu cuerpo,
déjame existir en tus minutos,
que sea posible alcanzar tu libidez
sin esfuerzos improvisados,
solo tomarte, moldearte una caricia
y perderme en tus agujeros sin fondo
hasta que las estrellas digan adiós
temblando sobre nuestros nombres.
LEO