Aunque la tristeza me embriague
a pesar de la pena,
la vida me arrastra a sentir.
Me eleva al cielo…
me encadena al gozo,
me parte en dos.
Y la alegría rebasa la pena,
se esparce y explota.
A pesar del sufrir…
alcanzo el cielo en cada suspiro,
me expando, y me crezco.
La vida me gana…
me arrastra y me eleva
y la alegría hace sombra a la pena.
Y entonces, solo entonces…
vuelvo a ser yo.
Reme Gras.
Derechos reservados.
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Precioso,alegre y lleno de positivismo me gustó mucho leer este poema hacía ya días que no te leía asi...un abrazo.
ResponderEliminarLuna
Mi querida Luna... como es la vida a ratos alegre y esperanzada y otros triste a sombria...
ResponderEliminarGracias por dejar tu huella.
Un beso.
Reme.