Si jugaba…
iba a la cabeza de la
cuerda.
Jugando a la guerra…
era Agustina de
Aragón.
En las cruzadas…
era Juana de Arco.
Jugando “papas”…
era la esposa abnegada,
la madre obsequiosa.
Si de niña jugaba a
explorar…
era indómita y
atrevida,
hasta soñando era
osada.
Subía a las
estrellas…
navegaba en mil
navíos,
surcando mares
inexplorados.
El mundo era mío…
y yo su
reina, dueña de mi destino.
Eran juegos de niña,
de cuando era solo
una niña.
Reme Gras.
Un placer leerte, amiga.
ResponderEliminarBeso
Muy amable José, yo encantada de tu visita a mis letras...
ResponderEliminarReme.