Monologo
Hay un monologo a dos…
paradoja del alma.
Habla el yo dormido…
con el que comienza a despertar.
Susurra versos y cantos…
tararea, sin letra
solo tararea.
Y habla en voz baja del despertar,
susurra en verso, sentimientos, sentires.
No es un diálogo de sordos,
se escuchan y comprenden…
es el alma que desea vivir,
con el alma dormida.
Le cuenta… el temblor de una caricia,
el estremecimiento de un beso,
el susurro de un suspiro.
Y el monologo se desvanece…
ante el torrente despierto,
no hay susurros.
Es una voz atronadora,
la voz esplendorosa y ardiente,
la voz del gozo y la alegría.
Porque al alma durmiente…
le gano la vida.
Reme Gras.
Derechos reservados.
Estupendo poema, amiga.
ResponderEliminarBeso
Muy amble José... gracias por venir a leerme.
ResponderEliminarReme.
Reme leo tus entradas y veo en ellas un hilo conductor: la creatividad.
ResponderEliminar"Monologo", es un poma cercano, directo. Me gusta.
Gracias por presentarlo.