Tropiezo de nuevo,
una vez más, otra vez.
una vez más, otra vez.
Y levanto la piedra,
hoy no la aparto,
la irgo en esfinge.
Y esculpo sus aristas,
hasta convertirla en monumento.
Un monumento a mis errores,
hice arte de mi torpeza.
Es mi devenir humano,
tropezar y levantarme.
Intentando aprender,
sin reparar esfuerzos,
sin descanso, ni quejas.
Soy la confirmación del ser,
el levantarme en cada caída,
el aprender a cada golpe.
Y hoy la piedra no es obstáculo,
es confirmación y testigo,
es fortaleza y futuro.
Dejo de ser….
la misma piedra.
Reme Gras.
Derechos reservados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario