La frontera de mis deseos,
se difumina en el horizonte.
Nada es eterno…
caen barreras que creía elevadas,
se abren llanuras, nuevas rutas.
Lo que creía inamovible,
los cimientos que me sostienen,
aquellas raíces que me ataron,
se soltaron del suelo.
Y nuevos caminos se abren,
nuevos mares me reclaman,
emprendo un nuevo vuelo.
En la historia de mi vida,
comienza un nuevo capítulo.
Donde el sol resplandece,
y el amor se acomoda
sin poner límites.
Reme Gras.
Derechos reservados.
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