Llega hasta mí
la sombra
la desdibujada figura,
salida de la
niebla.
Aparece como un
suspiro,
envuelto en
recuerdo,
en pérdida
lejana.
Y se hace
presente la luz,
que ilumina tu
mirada.
Tus ojos…
atrayentes faros
azules,
que disipan la
niebla.
Tu sonrisa…
referente en mis
soledades,
provocadora de
deseos,
desencadenante
de besos.
Y la niebla se
dispersa…
se hace
presente el sueño,
sin sombras, sin
miedos.
Reme Gras.
Derechos reservados.
Precioso este poema evocador de recuerdos que emergen como de una niebla. Comparto, querida Reme, y te dejo mis mejores deseos para la semana que comenzará. Besos.
ResponderEliminarEl amor, Siloe, hace sentir todos esos sentimientos, que tan bellamente has descrito, quien disfruta de él, es un afortunado...
ResponderEliminarNo hay tesoro más valioso que ese.
Me quedo por aquí para leerte.
Un abrazo y gracias por tu visita.
Muy bien se me da este hermoso poema, amiga.
ResponderEliminarAbrazos
Es placentero visitar tu casa y leerte siempre. Gracias por abrir tu puerta.
ResponderEliminarGracias siempre querida Mayte...
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias por tu visita... Un placer tus huellas en mis versos Carmen.
ResponderEliminarUn abrazo...
Reme.
José Valle... tu visita en mi espacio siempre tan grata.
ResponderEliminarUn abrazo...
Reme.
Gracias querida amiga... Jenny.
ResponderEliminarAcomodate en esta tu casa.
Reme.
Hermoso querida Reme, y plagado de añoranza por un amor que se ha perdido en el tiempo.
ResponderEliminarMe encanta leerte linda amiga.
Besos, Pastora.
Muchas gracias Pastora... un placer tu visita.
ResponderEliminarBesos..
Reme.