Mitades
*
Separando carne y espíritu;
queda el
lamento oscuro…
el grito del alma amordazada.
Reprimida y olvidada
es grito ahogado,
entre el bullicio de lo establecido.
Esa dualidad que nos acompaña,
que nos convierte en mitades distintas,
entre el deseo y lo correcto.
Lo que se establece como regla,
la escrita en tablas de piedra,
esa ley creada para incumplirla.
Mientras seguimos luchando…
partidos en dos mitades.
Reme Gras.
Derechos reservados.
Entre lo que debemos hacer y lo que queremos realmente hacer, puede mediar un mundo, y forma parte de esa dualidad que somos.
ResponderEliminarMuy buen poema, Reme, como lo son todos los tuyos sin excepción. Besos y comparto. Feliz semana!
Muchas gracias Mayte... un placer tu visita siempre.
ResponderEliminarBesitos.
Reme.