Mi alma prendida en alfileres
se mantiene en un equilibrio
ficticio,
jugando a malabares.
Aferrándose a mi cuerpo
con furambulismos imposibles.
Camina en la línea invisible a los
ojos,
intentando contener el respirar,
para evitar el choque frontal,
la pirueta que me aplaste contra el suelo.
Prendo mi alma con alfileres a la
vida,
y rezo por conservar el fino hilo,
que me cose a la vida.
Reme Gras.
Derechos reservados.
Que nos nos falte esa bobina de hilo fino para cosernos a la vida...
ResponderEliminarQue bonitas metáforas, un placer siempre leerte.
Besos Reme.
Muchas veces esa alfiler es más fuerte que una viga de acero.
ResponderEliminarPor cierto, no me había dado cuenta de que no estaba como seguidor, así que soy el número 100, todo un honor.
Un beso.
HD
Muchas gracias por tus huellas en mis letras Carmen...
ResponderEliminarUn abrazo y mi gratitud.
Reme.
Estimado Humberto... abrí hoy mi blog emocionada al ver ese numero 100 tan redondo y significativo... y me emociona sobre manera que seas tú quien redondee ese numero... es la mejor de las recompensas, saber que ahí hay corazones y ojos que me siguen y que me dan su apoyo, ese apoyo que modestamente muchas veces creo no merecer, pero no sere yo quien ponga en duda el criterio de los amigos...
ResponderEliminarMuchisimas gracias de corazón... a ti , a todos y cada uno.
Besos, Reme.