Creí verte doblar la
esquina,
caminar calle arriba,
te llamé…
mis pasos seguí, en
pos tuyo.
Creí verte…
y no pude alcanzarte,
mis manos se
alargaron…
intentando rozarte.
Desperté con el pulso
acelerado,
empapada en sudor,
con la angustia de la
pérdida.
Hasta que mis pies
rozaron realidad,
porque nunca podre
alcanzarte,
jamás te rozare.
Hasta que la muerte
me alcance,
y mi alma libre al
fin,
vuele en pos de ti.
Reme Gras.
Derechos reservados.
Espera Reme... espera. Me gustan tus poema. Los sentimientos que expresas en ellos. Un abrazo amiga mía.
ResponderEliminarQue bueno que te gusten mis trabajo José... es todo un placer tu visita a mis letras.
ResponderEliminarUn beso.
Reme.
Que hermoso Reme,ese misterio que nos conduce a seguir creyendo en ese encuentro.Me encanta el lenguaje de tu corazón. Mil besos.
ResponderEliminarQue bueno que te gusto Carmen... gracias por tu constancia en visitar mis letras.
ResponderEliminarUn beso.
Reme.