Cuando el sol sale…
pretende abrazarme,
envolviéndome con su
cálido rayo,
deslumbrándome con su
luz.
Cuando más fuerte es
el medio día
en mis oscuras horas,
más sombras aparecen,
envidiosas, de esa
luz que me quiere.
Y lloran los rayos…
lagrimas de fuegos,
gotitas de luz
desprendidas
del corazón de mi
estrella.
Nunca la felicidad es
completa,
ni la luz constante,
tampoco la sombra.
Pero la oscuridad
reina,
cuando más fuerte es
la luz,
paradojas del ser y
existir.
Reme Gras.
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Hermosas tus letras Reme. Nuestra existencia se desenvuelve en esa paradoja de luces y sombras y como bien dices nada es constante así que disfrutemos todo lo que podamos de esos momentos de luz. Besos y abrazos miles amiga.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu presencia en mis letras Marina...
ResponderEliminarMi abrazo.
Reme.