Inquietud es mi
nombre,
inexperiencia y
miedo, mis apellidos…
no siento la tierra
firme bajo mis pies,
todo es, un trémulo
maremoto.
Toda una vida
levantando muros,
que son derribados
con simples palabras,
que arrasan puentes y
raíces,
eliminando
teorías y proyectos.
todo un mundo creado
en pos de un ideal,
se desvanece ante una
mirada,
renaciendo temores y
miedos adolescentes.
Aprendo y olvido,
respiro y recompongo,
y tan solo sé…
que cada día
recomienza algo nuevo,
que nunca es suficiente,
ni se llena el alma,
ni se ilumina el
camino.
Solo se camina y se
sobrevive,
en la espera… de un
segundo de Gloria.
Reme Gras.
Derechos reservados.
Precioso poema Reme, como siempre tocando todas las fibras...besos y abrazos preciosa amiga.
ResponderEliminarSe me da muy bien este poema, amiga. A mi entender está muy bien logrado. De mucho gusto.
ResponderEliminarAbrazos
Muchas gracias Marina, siempre tan amable conmigo... mi abrazo.
ResponderEliminarReme.
Gracias José, todo un honor tu huella en mis letras.
ResponderEliminarUn beso.
Reme.
Un verdadero privilegio escucharte compartir tus sentimientos, poetisa.
ResponderEliminarUn abrazote inmenso envío, amigaza.
Un poema donde poder meditar, unos versos donde dejas el alma abierta y yo recojo su mensaje.
ResponderEliminarUn abrazo, amiga, feliz Navidad es mi deseo.
Maria Dolores
Gracias Beto... ver tu huella en mi trabajo también es un privilegio para mi.
ResponderEliminarUn beso.
Reme.
Gracias María Dolores... encantada con tu visita, mi abrazo Navideño junto a mi estima.
ResponderEliminarReme.
tu poema
ResponderEliminarImperdible
feliz diciembre querida
Muy amable RECOMENZAR... gracias por tu visita.
ResponderEliminarReme.