Frente al papel
blanco, como la vida que comienza,
frío, pues carece de conocimiento
absurdo, pues desconoce que le espera,
inquieto, porque desconoce su destino
expectante, porque nada le hirió todavía.
Con hambre de saber y estar,
presente y con futuro,
aunque sin el pasado
necesario,
porque el pasado es un grado que sumar.
Temeroso, la vida le va mostrando su lado oscuro
ya no es tan limpio, ni tan blanco…
su perfil se emborrona y se llena,
de palabras que le abruman y entristecen.
Ya no es hoja en blanco,
ya tiene una historia,
un latido emborronado.
Sabe que es una lágrima en su inmaculada piel
y un tachón, y un tipex…
ya no es pura su blancura,
y su historia comienza a pesar,
le agobia lo que aprende, se anula y escuece.
Porque frente al papel escrito…
ya pesaba la inocencia de un principio,
hoy duele lo aprendido en cada letra,
la cicatriz de cada palabra escrita,
en un papel en blanco inmaculado.
Reme Gras.
Derechos reservados.
Me resulta un logrado poema, amiga. De muy buen gusto y decir.
ResponderEliminarAbrazo
Gracias por tu visita José, estuve de viaje por eso la tardanza en responder.
ResponderEliminarUn abrazo junto a mi gratitud.
Bello poema, encantada de conocerte, espero visites mi blog, te sigo
ResponderEliminarMuchas gracias Anna... por supuesto que pasare a leerte.
ResponderEliminarUn saludo.
Reme.
Hola Siloe, es la primera vez que llego a tu sitio y he querido dejarte un comentario porque tu poema me ha tocado la emoción. Me quedo con todos los versos, impecables, inteligentes y al mismo tiempo portadores de un sentimiento, pero me llevo en la retina uno en especial: "y su historia comienza a pesar". Un saludo.
ResponderEliminarAriel
Muy amable R. Ariel, gracias por dejar tu huella.
ResponderEliminarUn saludo afectuoso.
Reme.