Quise llorar…
y no encontré
lágrimas,
como no encontré el
camino,
el que busque desde
niña.
Quise ser fuerte…
y la pena me
carcomía,
mi cuerpo se deshacía
en transparencias
en bruma que
despejaba el viento.
En mi querencia…
fui la nada que tropezaba
contra el todo,
el vació insaciable
la opulencia de la
absoluta impotencia.
Y al final soy…
la carne desechada,
el grito que se ahoga
en una garganta muda
deshecha.
Reme Gras.
Derechos reservados.
Confieso...lograste emocionarme.
ResponderEliminarUn privilegio escucharte, amigaza, ¡¡¡Gracias!!!
Un abrazote va en camino....
Desgarrador y bello al mismo tiempo Reme...hay momentos en que ese sentir es el que nos envuelve. Por suerte, como todo en la vida, se pasa y vivimos momentos de más claridad. Besos todos querida amiga. Que tengas un bonito día.
ResponderEliminarUna sensible, vaporosa y tenue mujer de niebla...
ResponderEliminarGracias Beto, sabes que cada abrazo tiene uno de vuelta.
ResponderEliminarGracias por estar siempre cerca.
Reme.
Gracias Marina, un abrazo con mi gratitud.
ResponderEliminarReme.
Gracias por tu huella en mis versos Francisco.
ResponderEliminarUn abrazo
Reme.
Lograste arañarme el alma. Gracias.
ResponderEliminarQuedo agradecida por tu huella en mi letras Feli.
ResponderEliminarUn beso.
Reme.