Cuando cierro los
ojos,
encuentro la quietud
la paz que me
recorre,
que me devuelve a mi
yo.
Y en el silencio…
en esa paz de dentro,
me reencuentro
navegando
por la marea roja de
mis venas.
Recorro mi cuerpo,
desde el corazón,
en cada latido que
por el escapa
segundo a segundo.
En la quietud…
me identifico con
cada célula,
hasta las
alcanzo a tocar.
Queriendo descubrir
sus debilidades,
escuchando sus
quejas,
en esa génesis que
las llevo a la vida.
En la quietud de mi yo
interior…
me descubro, me
arropo,
y me preparo, para
continuar la lucha.
Reme Gras.
Derechos reservados.
...aquietar muralhas dentro, respirar os poros todos, sentir os nervos todos
ResponderEliminare de novo partir muralhas fora
para o descanso de cansar...
El cerrar los ojos permite todo lo que dices, pero también puede permitir recordar al otro yo. Muy buen poema.
ResponderEliminarGracias por tu visita Jorge Manuel...muy amable.
ResponderEliminarReme.
Muchas gracias Malania... un gusto tu visita.
ResponderEliminarReme.