Mis ojos, cristales
rotos…
agotados, secos de
aguas,
de espaldas a nada
que no sea trágico,
ignorando cualquier
luz entre las sombras.
Vivo en el vértice
del tiempo,
abocada a la tragedia
sin aire que llevar a
mis pulmones,
ni agua, que calme mi
sed.
Son los vientos de
los tiempos,
huracanes arrogantes,
sin compasión ante el
temor humano.
Es la consecuencia
lógica,
el desarrollo natural
de un hecho,
somos víctimas de
nuestra propia inmolación.
Reme Gras.
Derechos reservados.
Tus ojos los hago míos, por un momento aunque estoy mejor, me has recordado lo molesta que es esta alergia que me están mirando.
ResponderEliminarEs precioso el poema, felicidades Reme por tu buen hacer.
Estoy algo mejor y os voy visitando poco a poco.
Feliz día, un abrazo.
Gracias Carmen... me alegra tu mejoria... yo voy más lenta, aunque no desespero.
ResponderEliminarUn abrazo y siempre bienvenida.
Reme.