Esclava de las palabras que escribo,
de las que no pronuncio,
de las que callo y omito.
Cautiva de la voz y del silencio;
de los pozos hondos donde caigo
sin la luz que indique la salida, el
camino.
La palabra me orienta,
me dirige, me depura y me invita
me regala alas, con las que emprendo
el vuelo.
Subo la cuesta hacia la cima,
porque, aún sin pies…
la palabra me empuja hacia arriba.
Vivo cautiva y enamorada,
de las letras que escribo,
de las que leo y te brindo.
Pues la palabra es mi arma,
mi emblema y mi vida.
Reme Gras.
Derechos reservados.
Bellísimo Reme...la palabra es mi arma...que nunca deje de serlo amiga!!! Besos miles.
ResponderEliminarGracias por tu visita Marina... mi abrazo.
ResponderEliminarReme.
La cadencia de tu voz es esencial vida para los versos. Mi felicitación y el mejor de mis abrazos, amiga Reme.
ResponderEliminarKabalcanty... gracias por esta huella que dejas y que estimo sobradamente, todo un honor, y gracias a mi voz que te acerca a mi espacio.
ResponderEliminarUn abrazo mi querido y admirado poeta.
Reme.
Hermoso poema, hermosa música de fondo.
ResponderEliminarGrato leerte y escucharte Reme
Saludos
Muchisimas gracias Iris, por dejar tu huella en mis letras mi estimada poeta...
ResponderEliminarUn abrazo.
Reme.
Regreso al poema, amiga...y me resulta estupendo el ritmo que alcanzas, el discurso, el claro mensaje. Sencilamente: estupendo!
ResponderEliminarAbrazos
Que bueno que te guste mi querido amigo José Valle... un placer tu visita a mis letras.
ResponderEliminarMi gratitud y mi afecto.
Reme.