Me desgasto en dar…
deshaciéndome en
partículas pequeñas
en minúsculos “yo”
que se esfuman
elevándose al cielo
como humo.
Me esparzo como
gramíneas aventadas,
agitadas por la brisa
suave,
y me poso sobre las
cenizas de mi vida,
consumida en dar…
siempre, en dar…
Y lo que me llega,
resbala,
deslizándose por mi
piel permeable,
sin que cale nada.
Dejando el poso del
vacío,
ese hueco que hace el
tiempo,
en la perpetua espera
de un beso.
Reme Gras.
Derechos reservados.
Qué bello es dar amiga aunque en ese continuo nos dejemos la vida en la espera de un recibir. Precioso Reme. Besos y abrazos.
ResponderEliminarGracias Marina, un placer siempre tu visita.
ResponderEliminarUn beso.
Reme.
Placer en lessrte, amiga. Siempre es una suerte poder dar.
ResponderEliminarBeso
Bello poema, amiga Reme, ese dar, aunque a veces no lo parezca, tiene su compensación, a veces te compensa quien menos te lo esperas... el bien tanto como el mal es siempre un bumerán que siempre vuelve a nosotros... Besos, amiga.
ResponderEliminarGracias por tu visita Jose... es una suerte porderse dar si... aunque a veces eso significa no tener vida propia.
ResponderEliminarUn placer tu visita.
Reme.
Servilio...puede ser, de momento... solo estoy una un lado de la ecuación, seguiremos esperando.
ResponderEliminarGracias por tu huella.
Mi beso.
Reme.