Claro que escribo…
Escribo y describo,
cuento y releo,
comienzo y termino.
Vuelvo a mis
orígenes,
me reveló por dentro,
agonizo, muero y
vuelvo a nacer.
Siembro palabras…
y siego otras,
las muelo y quemo,
para que renazcan y
crezcan.
Por descontado que
lloro,
y a veces, también sonrió,
sangro y me duelo.
Para terminar siendo,
solo…
química que se
transforma,
que nunca muere,
solo combustiona y
cambia.
Reme Gras.
Derechos reservados.
maravilloso
ResponderEliminartus palabras
me llevan a meditar
Gracias RECOMENZAR; por dejar tu huella en mi trabajo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Reme.
Palabras llenas de sabiduría. Gracias Reme por regalarnos tus pensamientos.
ResponderEliminarGracias por tu huella Jesús... muy amable.
ResponderEliminarMi abrazo.
Reme.
Me resulta muy bien logrado el poema, amiga. Llevas con tino esta ley filosófica a la poesía.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias José, tu visita siempre grata...
ResponderEliminarUn abrazo.
Reme.