Se me desgarra el
corazón
en sangrantes tiras,
cuando ya creía ser
carne muerta
sangra en cada
latido.
Se abren las
cicatrices,
otras nuevas heridas
se crean
con sales de celos…
y alcoholes de
miedos.
Los minutos, las
horas, no dejan huellas
pasan sobre las
heridas de puntillas
dejando solo una
sombra sobre los ojos,
sin testigo de tiempo
a su paso.
Son muescas
intemporales,
ocultas a los ojos,
solo en la piel dejan
su huella,
y quizá por ello
duelan más.
Lo que ya no debería
doler…
a la vista del mundo,
duele más… en lo
profundo del alma.
Reme Gras.
Derechos reservados.
Leído es genial y cuando tú lo recitas más genial.
ResponderEliminarBesos.
Hay heridas que nunca curan...
ResponderEliminarGenial este poema Reme, me encantó.
Mi felicitación.
Un abrazo y ¡Feliz Navidad!, que la disfrutes con tus seres queridos.
Un fuerte abrazo.
Muchas gracias José Ayllón... eres muy amable.
ResponderEliminarUn beso.
Reme.
Muchas gracias Carmen... ya cuento las horas para que llegue mi familia, hace ya cinco meses que no les veo y lo necesito para tomar fuerzas.
ResponderEliminarFeliz Navidad para ti y los tuyos..
Reme.
Qué bien lo dices, amiga. Siempre es un placer leerte.
ResponderEliminarFelices fiestas!
Abrazos
Muchas gracias José Valles... siempre es un gozo tu visita y saber tu opinión e mis letras.
ResponderEliminarUn abrazo y Feliz Año Nuevo.
Reme.
No temo a nada con una buena amiga a mi lado. Hermoso poema, amiga. Cariños. Jean.
ResponderEliminarFIFINELEB ... y que gratificante contar con tu amistad... un abrazo querido amigo.
ResponderEliminarReme.