domingo, septiembre 06, 2009

La fiereza de la vida



La fiereza de la vida
Cuando repasas la historia del hombre en la tierra, entiendes que sobrevivieron gracias a su vida en sociedad, eran un tiempo en los que sobrevivir dependía tanto de la fortaleza física del individuo, como del apoyo del grupo social al que pertenecía.
En la evolución se fueron perdiendo muchas cosas, fuimos adaptando nuestro modo de vida a las circunstancias de nuestro entorno, y de ser seres sociales y dependientes del grupo, pasamos a ser seres individualistas hasta el extremo, personas solas, hasta limites insospechados, personas capaces de vivir para sí mismos, y solo en contados momentos dejar su madriguera para procrear o relacionarse y de nuevo inmediatamente volver a su independencia absoluta, sin ataduras ni obligaciones...
Hay nace el nuevo mal del milenio, seres que vagan por el mundo en busca de compañía, pero nada les complace, nada les sirve, si alguien se acerca lo suficiente le encuentran miles de peros a su perfil, con tal de no dejar su “cómoda” forma de vida.
Y lloramos la falta de amor, y no sabemos darlo, y realizamos montones de charlas, cumbres, y no sabemos como caminar. Eso es el mal del llamado primer mundo.
Queda el otro, aquel que gira todavía entorno al grupo a la familia, y que va envenenando su modo de vida caminando hacia el ocaso de su vida social, Es un tercer mundo, (mal llamado) por que en el todavía se conserva la esencia del núcleo familiar y humano que por supervivencia sigue uniendo vínculos afectivos fuertes y les hacen ser más sensibles, más humanos si cabe.
Quizás suene apocalíptico, pero en mi vivir diario siento esa feroz batalla por preservar la intimidad, por reservarse del otro de forma que nuestro mundo se va ampliando con las nuevas tecnologías que nos permiten una vida social, pero ajustada a nuestro intimo interés y deseo de independencia, mientras nadie se introduzca demasiado en nuestro nido todo funciona, pero si en algún momento sentimos que alguien se adentra demasiado en nuestro corazón, levantamos la muralla rápidamente.
Un triste final para la humanidad...¿ ó no?
Reme Gras.

4 comentarios:

  1. ...el hombre acaba de empezar a caminar en este mundo, el universo ha cambiado aún muy pocas veces, quizás sea pronto para hablar del final, aún hay esperanza porque aún estamos en el principio...
    Te dejo este fragmento de la entrada que tengo ya programada para mañana lunes, un adelanto para tí porque creo que tu entrada se ajusta quizás a lo que acabo de terminar de escribir. Nos vemos mañana.
    Saludos desde el otro lado, desde el puerto del Navegante ;)

    ResponderEliminar
  2. Hola Alfa... gracias por tu comentario.. ire a leerte, tu sabes que te sigo aunque a veces no sea en el mismo dia que publicas...
    Un beso, Reme.

    ResponderEliminar
  3. El principio...el final...
    quizá para nuestra raza si esté ese temido final, dado a como encaminamos nuestro existir, pero aún así cielo yo que soy una terrible soñadora espero que lleguemos a tiempo de alzar la vista a la luz y ganar a la sombra...
    mil besitos de agua
    merchy

    ResponderEliminar
  4. Creo que apenas tenemos imaginación, porque es tan grandioso donde estamos que nos volvéría locos tenerla.
    Un besino.
    Goriot.

    ResponderEliminar