Escapar de la rancia
presión,
de la lluvia acida
después de una explosión
de ese aplastante ambiente…
de la envidia
irracional.
No huyo, por huir…
cierro la puerta a la
sin razón,
al ojo que solo ve su
ombligo,
a esa férrea opinión
que marca a fuego una idea,
que taladra la mente
del que escucha.
No huyo por huir…
escapo del oxido que
produce podredumbre,
que asfixia y mata la
ternura,
que plastifica un
sentimiento.
¡¡¡ Sí, huyo!!!
desisto de pelear una
guerra sin sentido,
si mi pensamiento
no vale,
si mi criterio no te
importa.
No es huir, es tan
solo…
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capítulo siguiente.
Reme Gras.
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