sábado, noviembre 29, 2014

En un ladrillo.


Mis pies, en un ladrillo…
quietos, inmóviles.

Intentando no salir de mi espacio,
sin apenas moverme,
imperceptible al entorno.

No salgo del lugar conseguido,
el mínimo susurro…
apenas el simple respirar.

No quiero despertar al ogro dormido,
ese que gusta de mi llanto,
que apetece  de mis penas,
hurgando en lo profundo de mi herida.

Aislada en mí ladrillo,
donde construí mi mundo,
pequeño y cerrado,
pero es mi mundo.

Donde me siento a salvo,
de la inexplicable locura,
 de un mundo hostil y moribundo.


Reme Gras.

Derechos reservados.

6 comentarios:

  1. Muy buen poema este de René Gras. El miedo habilita a veces un mundo de inmovilidad, estrecho, en el que sin embargo el que se ha refugiado en su milimétrico sitio se siente feliz, seguro. Renunciar al riesgo para no sentir miedo, replegarse, tal vez para cobrar nuevas fuerzas y dejar que la esperanza vuelva de a poco.

    ResponderEliminar
  2. Muy buen poema dedicado a esa necesidad de sentirnos protegidos del exterior, de habitar un entorno que no nos sea hostil.
    Comparto muy gustosa, mi querida amiga y gran Poeta. Besos y feliz comienzo de semana.

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias Amílcar por tu presencia en mis letras, tu huella tiene gran valor para mi.
    Un beso.
    Reme.

    ResponderEliminar
  4. Que amable Mayte... gracias por divulgar mi trabajo, me honras con tu amistad.
    Un beso.
    Reme.

    ResponderEliminar
  5. Se me da muy bien logrado el poema, amiga. Muy bien!

    Abrazos

    ResponderEliminar
  6. Estimado amigo José... Gracias por dejar huella de tu paso por mis letras...
    Un beso
    Reme.

    ResponderEliminar