sábado, junio 27, 2009

Esa regla nunca escrita


Esa regla nunca escrita
Hay una regla no escrita, pero trasmitida de padres a hijos por la cual existe la creencia popular de que si cumples la ley, si eres un buen hijo, si estudias, si eres un ser humano completo, obedeces, cumples la ley de tu Dios, cualquiera que sea la fe, si eres capaz de hacer eso, nada malo te sucederá nunca...
Y creces en la creencia que las cosas malas, las enfermedades, los accidentes solo les suceden a aquellas personas que por cualquier circunstancia han incumplido esta ley no escrita...
Y entonces sucede lo normal en el mundo en que vivimos, que enfermamos, que sufrimos accidentes, que no somos las personas que creímos, que al final somos esos seres humanos, frágiles y sencillos que nos rompemos ante una enfermedad ya sea nuestra o de alguien amado... y el mundo se escurre de nuestro suelo y buscamos respuestas con desesperación, y nos revelamos en contra de lo establecido y clamamos al cielo que decía bendecirnos...
La vida no es así, nadie esta a salvo, sea bueno o malo, sea feo, guapo, genio o mediocre, la vida, la naturaleza nos trata con esa implacable medida que hace tabla rasa frente a todo, no mira la edad ni las bondades del ser, simplemente camina recto sin consideraciones, y multiplica lo que considera necesario, sea una plaga o una inundación, o multiplica una cosecha, sea de trigo o de opio, simplemente la naturaleza se defiende del hombre como si de una plaga de hormigas se tratara.
Y ante eso, nuestro ego, eso que nos hace compararnos a Dios, y que a veces nos descoloca ante la desgracia o la enfermedad, nos recuerda que no somos más que una mota de polvo en el universo, que nuestra ambición desmedida no significa nada en el conjunto de la vida, y tan solo entonces vemos nuestra pequeñez.
Nadie esta a salvo de la enfermedad, ni de la vejez, siquiera de un accidente que te deje impedido... tal vez, si dedicáramos más esfuerzo en aceptar estas cosas, en lugar de compadecernos cuando suceden, nuestra vida seria menos trágica, mas serena, más sensata.
Reme Gras

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