Me envuelve el
eco del ayer,
el aroma del
papel emborronado de tinta,
las manos
manchadas de tiza,
hasta la nariz
blanquecina.
Me alcanza el
rumor de los juegos…
el tiempo del
recreo,
las rodillas
heridas,
las ganas de
correr siempre.
Envuelto en
sepia…
me llega la
risa,
el juego de “tú
la pillas”,
de sentadillas
jugando a los cromos.
Bajo la lluvia,
todo era tierra
y barro…
la algarabía de
los niños,
chapoteando en
los charcos.
Y los libros…
ese olor a
tinta,
acariciando las
hojas,
intentando aprender,
solo con el tacto.
Esa evocación en
oro,
el regalo más
preciado,
el ayer
inmaculado y limpio,
la inocencia, la
ilusión,
mi historia… mi
pasado.
Reme Gras.
Derechos reservados.
Hay momentos muy particulares que me permito volver a esos recuerdos, son momentos maravillosos, pero ¿sabes qué? No lo hago a menudo porque quiero que el presente sea lo más importante.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y buen fin de semana.
HD
El presente es primordial Humberto... pero sin el pasado, sin sus recuerdos no seriamos tan cual somos...
ResponderEliminarEstoy reviviendo mi infancia de la mano de mi nieta y es una gozada.
Un abrazo.
Reme.
Pleno, hermoso, la edad de la inocencia, donde nada nos preocupa , donde conocemos la verdadera libertad de ser. Magnifico, te felicito amiga, una verdadera joya.Abrazos
ResponderEliminarMuchas gracias por tu visita a mis letras Rocio...
ResponderEliminarUn beso.
Reme.